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DE INTERES

jueves, 7 de marzo de 2013

CARNAVAL DE AROCHE


20 AÑOS DE CARNAVAL
Después de la segunda República Española desaparece Don Carnal apostado en la sede del olvido. Ya en el año 1990 y a manos del Centro de Adultos junto con Inmaculada Pérez Maestre comienza una nueva etapa carnavalesca donde el alma festivo arocheno se vuelve a disfrazar con una máscara distinta y a la cual (a los cuales) debemos este nuevo resurgir.
         
En el 90 la dirección del Centro de Adultos deciden hacer un pasacalles por muchos de los rincones pintorescos de nuestro pueblo para después actuar los diferentes grupos en un escenario que se monta en la Plaza, en la misma puerta de la Casa Consistorial que a la misma vez hace las veces de camerino. El impacto es muy positivo porque a partir de ahí empieza a gestarse una criatura diferente en el embrión lúdico-festivo de nuestro Arucci.
      
Año 91 y ya tenemos al primer pregonero. Expédito Vázquez Tejero (a partir de aquí se suceden los pregones habiendo lagunas algunos años) Las actuaciones son en el mismo lugar: Noche de Viernes, pero el pasacalles se cambia al Sábado dando el respiro deseado a las agrupaciones que tienen más tiempo para digerir las carnestolendas (el año anterior fue un Sábado cargado de emociones, coplas y copas) Un acertado cambio.
En el 92 es más estructurado y se busca un local donde las inclemencias meteorológicas no hagan mella en el afanado público y se encuentra para tal menester los bajos de la actual terraza de Juan el “grajo”,antigua discoteca G-G y actual Disco-Pub la Barbacana.

        
A partir de estos años los locales de actuación fueron en diferentes lugares, tales cómo: Discoteca ICA, cochera de Martín Duarte Anarte y el extinto Instituto antes de convertirse en Salón cultural Félix Lunar, que también ha servido para acoger las coplillas de las diferentes agrupaciones quedándose pequeño para tal aglomeración de público. A todos los que cedieron sus locales un agradecimiento enorme porque con su altruismo hicieron posible que el carnaval no decayera.
       
La mujer arochena representa ante los ojos de sus paisanos; el exotismo de la belleza y la puesta en escena de su simpatía, convirtiéndola en Reina de esos días, acompañada por un hermoso cortejo de Damas y dando el realce necesario a la afamada y dilatada trayectoria de la fémina arochena como espejo de la hermosura.

     
Es complejo ir año por año y carnaval por carnaval esgrimiendo anécdotas y sucesos ya que nos atreveríamos a dejar muchos recuerdos en el rincón de la memoria y consecuentemente no es lo correcto.  
     
Grupos como la omnipresente Guardería infantil (cantera para futuros carnavales) los niños del Colegio Público “D. José Romero Macías”. Aquellas inolvidables Agrupaciones como Los Zagales son la Polla, El Pacharán, Alumnado del Centro de Adultos, Las Monjitas de la Cilla, La Década de los Sesenta, Los Bebés, La Peña del Sugus, La quinta del Guay, Los Niños de Charros Mejicanos, Cuartetos inolvidables, La Asociación de Mujeres vestidas de Zorros (esta agrupación es posterior) nombres de otros grupos que en el 90 estuvieron ahí, haciéndole un guiño a la historia y que corren el riesgo de habitar en el dichoso rincón antes mencionado. Casas y locales pudieron ser testigos del sacrificio de meses de ensayos.

     
Tenemos un bajón después de años de plenitud y aparece la imperecedera juventud que viene con su Peña el Lúgano para reavivar ese fuego en decadencia y nos divierte con un nuevo estilo y animándonos a recoger el testigo que muchos dejaron en el camino. En ello estamos... Con los Catalíticas, Los Gambrinus y...

Palabras, Pasodobles, cuplés y popurrís cargados de humor y de ironía han hecho de las coplas una carcajada extensiva y no malintencionada, porque el escenario siempre fue el apoyo donde reivindicar una burla sana, donde buscar el personaje en cuestión y donde decir que la verdad tiene dos máscaras: La real y la ficticia, la de la tristeza y la de la fantasía. De presentar todos los actos se encargaron personajes atrevidos que con su facilidad de locución supieron llevar el guión de noches ajetreadas.

Nuestro carnaval supo defenderse de las agresividades que los modelos de sociedad imponen. La principal: La económica, por eso uno de ellos se denominó con calidad de origen “el carnaval de la crisis” circunstancias monetarias. Presupuestos irrisorios se convirtieron en serios obstáculos para las diferentes comisiones que se dignaron en contribuir a pesar del modus vivendi de los tiempos. Un brindis por todas esas personas que permanecieron con el ánimo intacto en pro de la supervivencia de las dos décadas anteriores y que gracias a ellos podemos presumir de estos 20 años de Carnaval.

Ayuntamientos con sus respectivas corporaciones “mojándose” unos más que otros y aguantando el “chaparrón” de repertorios dedicados a ellos. Rifas, Bingos y un largo etcétera hicieron que el camino fuese mas liviano. Empresas, Negocios y Particulares arrimando el hombro y haciendo el esfuerzo suficiente para poder consolidar a la llamada desde tiempo inmemorial Fiesta Pagana.


Disfrazados de Gurumelos, de políticos, de un viva la vida, disfrazado de disfraz, Aroche hizo del pasacalles su principal protagonista y a él se aferró sabio en sus defectos y virtudes para conseguir como las aguas que parten desde un venero y así convertirse en el cauce de ese multicolor escenario que es la calle. Charangas y animadores espontáneos ponen el sonido al ambiente que se vive desde hace años en las calles de nuestro pueblo. El pasacalles no necesita de palabras porque en el baúl de nuestra imaginación siempre aparece el espíritu disfrazado del Aroche carnavalero para engrandecerlo cada vez más. La libertad de ofrecerse tal como uno es, se le podría definir con el adjetivo de pasacalles. En él se pudo premiar el esfuerzo y la imaginación de aquellos que con sus atuendos y el saber representar el efímero papel sorprendieron a los distintos jurados.


Hemos tenido bailes con orquesta, con disyei como se dice ahora y siempre nos dio igual porque en el baile todo se ve con mas colores porque las gafas que usa los síntomas de la “embriagadez” termina por soñar con unas sábanas blancas donde soltar el maquillaje y mañana dios dirá. La dichosa barra que siempre tiene la culpa.

Tanto ha crecido la criatura que la cuna le quedó tan“chiquinina” que no hubo mas remedio que buscarle una carpa para regocijo de sus papás y mamás arochenos. La carpa fue un acierto al cubrir la demanda existente y colmó las expectativas de relación precio-calidad para reunir en un mismo lugar a todas las personas que buscaban divertirse. Exitazo en ideas y compromiso y volvemos a repetir lo de sin altruismo para conseguir el gigante esfuerzo de reunir en una noche carnavalera a más de mil personas y además de traer agrupaciones de Punta Umbría, Cartaya, Cortegana, etc y para redondear una afamada chirigota de Cádiz.  

La salchicha de aguardiente es un producto típico, obviando los tópicos en nuestro pueblo. Se creó un funeral desenfadado “el entierro de la salchicha”cortejo de viudas y viudos hacían otra especie de pasacalles donde los llantos por ese embutido gigante convertía el recorrido en lágrimas dulces a la espera de que las llamas quemasen tan preciado emblema y seguidamente darle el relevo a la cuaresma... (que no siempre se respetó) después degustábamos su apreciado sabor a la barbacoa con un tímido, adiós Don Carnal. Esa tradición se perdió y no estaría mal recuperarla. Creemos que con el esfuerzo de todos el camino se andará y para que se consiga contamos contigo Aroche. 

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